¿MUJER O SÚPERMUJER?
Me alegra saber que cuando celebramos el 8 de Marzo ya no celebramos sólo el día de la Mujer Trabajadora y celebramos EL DÍA DE LA MUJER . La etiqueta trabajadora parecía indicar que era un día dedicado exclusivamente a las mujeres que realizan trabajos dentro o fuera del ámbito familiar y, aparentemente, dejaba de lado a todas aquellas mujeres que son, todavía hoy en día, ciudadanas de 2º orden en muchos países del mundo.
Sin pretender caer en la demagogia, que con estos temas es muy fácil hacerlo, resulta un poco triste, lo sé, que todavía haya que celebrar un DÍA DE LA MUJER porque es un indicativo de que no es tanto lo que se ha avanzado en este terreno como nos quieren , o queremos, hacer creer por lo que, evidentemente, familia y escuela todavía tienen mucho que andar y trabajar,en este campo, ya que , ambas dos y de la manita, tienen que quitarse de encima rancios y discrimantorios estereotipos anclados en el GÉNERO y no en el concepto PERSONA.
Cuando celebramos este Día tenemos tendencia a mirar hacia continentes en los que el papel de la MUJER sigue siendo duro y difícil y pormenorizamos lo que tenemos ante nuestras narices. Vayan de muestra unas perlitas DISCRIMINATORIAS en las que yo me pregunto si ser persona de sexo femenino es ser MUJER O SÚPERMUJER:
- Discriminación en el ámbito familiar: Las niñas rosa y los niños azul (todo dicho).
- Discriminación en el ámbito laboral: Igual trabajo y diferentes salarios.
- Discriminación sexual y afectiva: La furcia y el macho.
- Discriminación por el origen : Extranjera= prostituta o fregona como vulgar y despectivamente se acostumbra a llamar a las trabajadoras de la limpieza.
- Discriminación cultural: Tras un gran hombre...
- Discriminación religiosa: El origen del pecado y la maldad.
- Discriminación física: Exigencia de imagen "positiva" para triunfar.
- Discriminación histórica: Ignorada salvo mínimas excepciones.
- Discriminación política: Cuotas en los partidos.
- Violencia de género: Física y psicológica día sí y día también.
Ante tal panorama, que requeriría ser desgranado punto por punto añadiendo muchos más, me resulta complejo gritar ¡FELIZ DÍA!, prefiero ponerme a recapacitar y pensar qué cosas puedo modificar y mejorar en mi actitud diaria para dejar de contribuir, inconscientemente, con esos rancios estereotipos que me han sido inculcados por el hecho de haber nacido NIÑO.
Compañeras, amigas y mujeres, en general, no merecéis un día, porque ya lo tenéis, lo que merecéis es una vida como PERSONAS que es lo que muchos MENTECATOS ignoran o ignoramos.