martes, 13 de noviembre de 2012

HUELGA GENERAL

Una vez más, la sociedad en general se ve en la obligación de salir a la calle para que la clase política entienda, de una vez por todas, que el camino emprendido no es el acertado.
El inconsciente colectivo es incapaz de digerir las ruedas de molino con las que esta especie de iluminados (ellas y ellos) llamados clase política le quieren hacer comulgar bajo el envoltorio edulcorado de: "lo hacemos por vuestro bien".
Evidentemente la sociedad española, en su mayoría, ha evolucionado, crecido y formado con una conciencia que supera, con creces, a la de sus gobernantes lo que da lugar a una situación difícil de resolver porque, a diferencia con otras épocas, los líderes actuales, ocupados en sostener a toda costa sus privilegios y los de sus lacayos, desatienden las voces del pueblo que les ha aupado y miran hacia su ombligo en vez de mirar hacia los problemas sociales, para tratar de resolverlos, como debería ser.
A río revuelto ya sabemos que la ganancia es para los pescadores pero... A sociedad revuelta, la ganancias pueden ser un verdadero despropósito en el que ni siquiera los pescadores pueden tener asegurado su éxito.
El prestigio de la clase política anda, en el mercado de la credibilidad social, por los suelos. Sus actuaciones, interpelaciones y comentarios, en el día a día, dejan un sabor amargo, rancio y triste al comprobar que el nivel intelectual y la catadura moral, de la inmensa mayoría, son más afines a las de los personajes ruines de cómics que a la que debería corresponder a los verdaderos servidores de este mosaico intercultural llamado España.
Día tras día asistimos a la desmantelación y desintegración de un sistema social que muchas y muchos ciudadanos, como si de un sueño se tratase, hemos contribuido a crear con nuestro trabajo diario, con el pago de nuestros impuestos y con la ilusión y la esperanza de construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria con los más desfavorecidos. En el momento actual hemos sido arrancados de nuestro sueño para hacernos despertar en medio de la nada con una sociedad arruinada, principalmente por una banca carente de escrúpulos y en quiebra, a la que los políticos, en su extrema desfachatez, nos invitan forzosamente, mediante su modus operandi legislativo, a liquidar unas  deudas generadas por un grupúsculo de individuos de muy dudosa catadura moral y cuyos privilegios fueron creciendo al amparo de diferentes instituciones.
Por eso, una gran mayoría de españolas y españoles - que no quieren ver utilizado su silencio - el día 14 de noviembre abandonarán los puestos de trabajo, se manifestarán ( puede que en silencio), y en  pancartas experesarán su desacuerdo con los desahucios, con el desmantelamiento de la enseñanza y de la sanidad, con los privilegios de la clase política, los privilegios de la banca y contra muchas otras medidas que, a demás de generar una brecha social muy peligrosa, lo único que pretenden es hacer al rico más fuerte y poderoso, en su riqueza, y al pobre más débil ante la adversidad.

14 DE NOVIEMBRE -  HUELGA GENERAL