lunes, 18 de mayo de 2009

CREATIVIDAD


La semana pasada en la clase realizamos un taller cuyo objetivo era realizar un trabajo, a nivel de centro, utilizando materiales de desecho.A raíz del taller se puso de manifiesto que la creatividad, en la infancia principalmente, no tiene límites. Una prueba de ello son los trabajos realizados por el alumnado al amparo de uno de los objetivos de nuestro centro: trabajar por la consecución de actitudes positivas y de respeto hacia el entorno.


Para nadie de nuestra Comunidad Educativa es una novedad que, desde hace tiempo, de una u otra menra, participamos en todos aquellos proyectos y programas educativos relacionados con el tratamiento del impacto ambiental. Reducir, reciclar y reutilizar vienen siendo las tres palabras mágicas que vertebran un ambicioso proyecto de futuro como es contribuir a que las generaciones entiendan el valor y la importancia que tienen estas tres palabras para el bien común de todas y todos.

El taller de reciclado, por su carácter globalizador, es una de esas actividades en las que el alumnado tiene que pensar, plantear hipótesis, rectificar y aprender de los errores, medir, contar, calcular, pintar, recortar, crear, hablar, inventar, imaginar, preguntar, compartir, manipular etc., a la par que disfruta , aprende y construye.


En este tipo de talleres el alumnado, lejos de ser un mero receptor de contenidos, se convierte en el protagonista de su aprendizaje y el responsable del producto obtenido.