MENORES EN LAS TIC

Los días 27 y 28 de octubre tuvo lugar, en Gijón, el 1º Congreso Internacional MENORES EN LAS TIC contando con la participación de expertas y expertos en la materia.

Mediante ponencias y mesas fue transcurriendo el evento y, a medida que ello sucedía, mi visión, respecto al mismo, iba cambiando de una manera extrordinaria.

Valorar este tipo de encuentros es difícil porque entran en juego variables subjetivas y objetivas, que si bien unas veces se complementan otras se contraponen, haciendo que la resultante de todo ello no lleve a conclusión seria alguna.

Desde la perspectiva organizativa y funcional, como asistente, he decir que ha estado muy bien: se cumplieron, en la medida de lo posible, los tiempos y el programa, la atención fue excelente y el material escaso.

Respecto al contenido de las ponencias quiero destacar la poca imaginación ,de las y los ponentes, a la hora de presentar propuestas para un uso responsable de las TIC por parte de los menores.

Todas las ponencias vinientes de "allende los mares" se centraban principalmente en la imposición de prohibiciones, regulaciones legislativas con carácter sancionador, tanto para empresas como para usuarios, y en un control férreo del "usuario menor".

Es evidente que está muy bien escuchar diferentes puntos de vista desde diferentes enfoques porque ello te lleva a encontrar un equilibrio entre los diferentes posicionamientos pero es que en este encuentro muy pocas veces, contadas podría decir, ha ocurrido eso ya que la canción de fondo siempre era la misma: las TIC buenas pero muy, muy peligrosas, prohibamos, prohibamos y prohibamos con la falacia de que protegemos y educamos. Digo falacia porque esa es la misma postura de las dictaduras para controlar la libertad indivudual. En estas sesiones vi mucho de ese control de carácter totalitario en el mundo juvenil. Quiero recordar que en éste "nuestro país" no hace mucho tiempo lo que representaban las tecnologías de la información y la comunicación: prensa, radio y televisión, también estaban sometidas a la voluntad de esas mentes "iluminadas por intereses ocultos" dedicadas al control de tales medios ejerciendo, sin rubor alguno, la CENSURA decidiendo qué debían y qué no debían ver o saber el resto de los mortales de hispania.

Sí, es cierto que en la red hay riesgos y no es menos verdad que en la vida real también los hay y enseñar a la infancia a identificar y conocer esos riesgos para que no incurran en ellos es una cosa y meter nuestras narices en su intimidad es otra muy distinta.

Menos mal que Sebastian Muriel Herrero, Director General de Red.es , para mi gusto, puso una nota de cordura en todo ese tufillo conservador y agorero que se empeñaban en resaltar y preconizar sus antecesores en las ponencias. Centró su exposición en valorar, aceptando evidentemente los riesgos que entrañan el uso de las tecnologías como realidad - virtual o no-, los aspectos positivos de las mismas y su intervención versó sobre la necesidad prioritaria de que los adultos se enteren primero sobre qué versan las TIC, y sobre el manejo que nuestros menores hacen de ellas, para poder centrar verdaderamente el debate en la importancia de la prevención y la concientización de los menores frente a la prohibición por sistema.

Sus compañeras y compañeros de mesa, Alberto Pérez Cueto, Director General de Modernización Telecomunicaciones y Sociedad de la Información. Gobierno del Principado de Asturias. Proyecto “Internet y Familia”, Conrado Escobar Las Heras, Consejero de Administraciones Públicas y Política Local del Gobierno de La Rioja (España). Plan “Familia e Internet”, Eva Piñar Martínez, Directora General de Servicios Tecnológicos y Sociedad de la Información de la Junta de Andalucía. Proyecto “Kiddia” y Carolina Blasco Delgado, Directora General de Telecomunicaciones de la Junta de Castilla y León. Proyecto “Programa Aprende” , ofrecieron una imagen de lo que se estaba haciendo en sus respectvas áreas de responsabilidad y trabajo reseñando también los aspectos positivos de las TIC y presentando alternativas de carácter concientizador, que actualemente se vienen utilizando en nuestro país, bastante alejadas de la mera prohibición.

No me gustó nada que, reiteradamente, se insistiese sobre lo irresponsable que es la adolescencia llegando a tildarla de zafia o mentirosa y, como siempre, presentándose las y los adultos como los poseedores de la verdad y la razón en una realidad que la mayoría desconocen y que, posiblemente, por miedo y algo de envidia no somos capaces a digerir y es que, nos guste o no, las TIC son de nuestros menores y adolescentes. Ellas y ellos van a ser los que realmente determinen que camino tomarán las redes sociales, la mensajería, la seguridad y la inseguridad que de este mundo se desprenda